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 Este tema se titula de esta manera, porque los estados que tenían menos población son los que tenían un mayor grado de alfabetización, un ejemplo es el de Yucatán y Quintana Roo, teniendo este estado menos habitantes tenía un porcentaje de alfabetización más alto que el de Yucatán, porque la poca población que tenía le favorecía.

  • Las ciudades acaparan escuelas


      En el Porfiriato no se hacía distinción entre escuelas urbanas  y rurales, pero los estados tenían escuelas de tercera clase, mixtas o de dos turnos (niños en la mañana y niñas en la tarde) mayormente estas escuelas se encontraban en poblaciones alejadas y pequeñas.

                Los estados mayormente se preocupaban por la educación en sus grandes ciudades, pero en algunos exigían la educación en sus pueblos, algunas leyes estatales exigían a las haciendas y ranchos que establezcan sus propias escuelas, esto se pudo gracias a la colaboración de particulares.

                Pero en el Porfiriato no se tomaba en cuenta las zonas rurales, luego en el Primer Congreso de Instrucción se hizo notar que la educación debía ser un medio práctico de igualdad, que la gente de la ciudad y de los pueblos tengan los mismos derechos.
 
                En el Porfiriato se consideraron como escuelas rurales, a las que se establecieron  en las haciendas, rancherías y pueblos, determinando  que en cada pueblo de 500 habitantes se debía poner una escuela de niños y otra de niñas, si no se podía se establecería una escuela mixta.   Pero en el caso de las poblaciones que tenían menos de 200 habitantes y situadas a más de tres kilómetros de algún centro escolar, se establecería la educación por medio de maestros que son ambulantes, que pasaban de vez en cuando a los pueblos a impartir educación.
 
                La razón por la que no se apoyaba la educación de los pueblos, es porque se despreciaba al indio, ya que según de nada servía educarlos, ya que tenían un rendimiento bajo y de mala calidad, no aportarían nada productivo al país.

                Tiempo después se aumentó el interés por educar a los indios, sólo así se podría integrara a la sociedad, pero el periodista católico, Trinidad Sánchez Santos, pensaba que para mandar a la escuela al indio había que mejorar sus condiciones.     Esto que Sánchez Santos decía era compartido por ideólogos como Francisco Bulnes, Emilio Rabasa y Francisco Cosmes, ellos pensaban que la educación no cambiaría el destino de los indios.

                Cosmes pensaba que la instrucción obligatoria era inútil para los indios, pues no servía al indígena aprender a leer y escribir, esto no cambiaría su suerte.      Rabasa por su parte pensaba que para enseñar al indio primero había que liberarlo de sus propias miserias, que al indio ya no se le trate como esclavo y que no sufriera de discriminación.

                Francisco Bulnes y el positivista ortodoxo Agustín Aragón, decían que si no se repartía la tierra y se aumentara la paga de los campesinos, la educación fomentaría en ellos un gran inconformismo, ya que al recibir una educación estos iban a conocer sus derechos y lucharían por lo suyo.

  • Educación y progreso


      El progreso de la educación estaba más centrado en los estados del norte como Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, estos estados lograron los índices de alfabetización más altos, no porque eran ricos, sino porque sus gobernadores estaban más preocupados en la educación que en su infraestructura y avances tecnológicos, como es el caso de los siguientes gobernadores: Ahumada y Creel en Chihuahua, Corral en Sonora y Reyes en Nuevo León.

                Los estados que forman la franja entre el norte y el centro, es decir Zacatecas, S.L.P, Aguascalientes, Tepic, Jalisco y Colima, estos eran los siguientes más progresistas, pero no los más alfabetizados. Zacatecas y S.L.P. se preocuparon por la educación rural, porque entendieron que el problema educativo del país estaba generado por las zonas rurales.

                Los estados que siguen eran los que rodeaban al D.F., como lo son Hidalgo, Guanajuato, Puebla, Tlaxcala, Querétaro y Morelos tenían un índice de alfabetización por arriba del promedio.

                Guerrero, Oaxaca y Chiapas, los estados más pobres de toda la república, tenían los índices más bajos de alfabetización, porque sus poblaciones estaban muy diseminadas y era difícil el acceso a la educación a dichos lugares.

                Pero en Yucatán, un estado del sur, el cultivo del henequén transformó la vida y el trabajo de dicha entidad, ya que la mayoría de la población vivía en haciendas, se propició mucho apoyo a la educación, aumentando así el alfabetismo, según la alta escolaridad era porque los dueños de las haciendas capacitaban al personal administrativo y técnico necesario para la elaboración del henequén.

  • Educar, tarea colectiva


      Educar se convirtió en una tarea colectiva, porque a las escuelas particulares se le motivó, ofreciéndoles útiles o textos escolares, para que se abrieran planteles educativos ajustándose normas y programas del gobierno, todo porque hubo una enorme escasez de escuelas y a la pobreza de recursos.

                Pero las escuelas oficiales empezaron a tener una mejor calidad académica, ocasionando la disminución de las escuelas particulares, estás escuelas predominaron en los estados que no apoyaban la educación, se dejaba a los particulares la responsabilidad de la educación.

                Las escuelas oficiales tuvieron demasiada demanda, los únicos que asistían a las particulares eran las familias acomodadas, la de los ricos.
 
  • Juntos pero no revueltos


      En el Porfiriato muchas escuelas funcionaban para uno u otro sexo, pero en algunos estados como Chihuahua permitían el ingreso de ambos sexos a todas sus escuelas, estas escuelas se llamaron mixtas, y se encontraban mayormente en las zonas rurales, todo porque no contaban con locales suficientes permitiendo así el ingreso de niños y niñas.

      En los estados más desarrollados las familias se preocupaban porque sus hijas al igual que los varones tuvieran educación, pero en los estados más pobres y atrasados, las niñas se quedaban en el hogar a ayudar a sus madres, reduciendo las posibilidades de que ellas tengan una educación.

  • La cruda realidad de las cifras
 
                Los estados se preocuparon más por invertir en la guerra, que en la educación, ocasionando que el nivel de alfabetización sea muy bajo.
 

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